Desafortunadamente, en nuestro país sabemos muy bien cuál es el peligro que supone la presencia de legionella, una bacteria que ha causado un importante número de muertes. Precisamente, el mayor porcentaje de casos de legionelosis tiene lugar, principalmente, en países del sur de Europa como Italia, Francia o España. Existe cierto desconocimiento sobre el modus operandi de esta bacteria, además, antes de optar por un tratamiento contra la legionella conviene conocer mejor el riesgo que entraña.
Esta bacteria puede encontrarse en el ambiente y habita en superficies húmedas como lagos, ríos o sistemas de refrigeración. Conviene extremar las precauciones y realizar las labores de higienización necesarias para mantener el problema lo más alejado posible de las personas. Una vez que la bacteria accede a nuestro organismo puede provocar enfermedades como neumonía y empeorar otras enfermedades respiratorias pudiendo causar, incluso, la muerte.
Desde Ecoambiente Sanidad Ambiental te contamos datos importantes sobre la legionella
¿Cómo llega hasta nosotros?
Aunque la bacteria habita, principalmente, en fuentes de agua naturales, lo cierto es que puede colonizar los sistemas de abastecimiento de agua de las ciudades. Contaminando los sistemas de agua sanitaria que usamos a diario para cocinar, ducharnos. Además, pueden colonizar las torres de refrigeración.
¿De dónde proviene su nombre?
En 1976 se detectó un brote de legionella en Filadelfia que afectó, principalmente, a miembros de la Legión Americana. Por este motivo recibió el nombre de “enfermedad de los Legionarios”. Después, se pasó a llamar a la bacteria legionella, pasando a denominar la enfermedad que provoca como legionelosis.
¿Es contagiosa?
Es fácil contagiarse cuando se está expuesto a una fuente de aire o de agua infectada. Sin embargo, no se produce contagio entre personas. No existe ningún riesgo por encontrarse cerca de una persona enferma con esta patología.
¿Qué síntomas desencadena?
Pueden confundirse con los síntomas típicos de una gripe como fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, escalofríos, etc. La enfermedad puede tardar entre dos y diez días en manifestarse y muchas veces desencadena en neumonía.
¿Cómo es su tratamiento?
La dolencia se ataja con antibióticos, al no contar con un tratamiento contra la legionella específico, no se espera a los resultados de la prueba para comenzar a administrar fármacos al paciente.
¿Por qué es tan difícil su diagnóstico?
Para determinar si el enfermo tiene legionelosis deben realizarse unas pruebas muy concretas en el laboratorio. A menudo, los síntomas de esta enfermedad se pueden confundir con otras enfermedades, lo cual dificulta todavía más su correcto diagnóstico.