Las hormigas pueden causar numerosas molestias cuando una colonia de estos animales crece de manera excesiva. Como especialistas en el control de plagas, recomendamos actuar con rapidez en cuanto se detecten los primeros síntomas. Cuando se produce una invasión de estos insectos, es habitual verlos moverse en fila por el interior del espacio afectado, así como por sus accesos desde el exterior. También es común observar hormigueros en distintos puntos del inmueble. En los casos más graves, los inquilinos pueden notar una sensación de picor en la piel. Y es que algunas especies son capaces incluso de morder.
Existen diversos tratamientos para atajar este problema. Por un lado, están los procedimientos químicos. Los técnicos de Ecoambiente Sanidad Ambiental se encargan de realizar pulverizaciones de insecticida para eliminar las plagas. Estos trabajos se efectúan tanto en los hormigueros como en los lugares por los que acceden las hormigas al recinto afectado. Otro método muy eficaz para eliminar las colonias de estos insectos es el biológico, también conocido como tratamiento de gel.
Los operarios colocan productos específicos para impedir el desarrollo de las hormigas en los regueros de los hormigueros activos. El objetivo es tratar los posibles trayectos lógicos que sigue la plaga desde que penetra en las instalaciones y durante el tiempo que permanece en el lugar. Los cebos granulados especializados en hormigas son otros tratamientos que ofrecen una respuesta satisfactoria en la lucha contra estos insectos.
Estas trampas también se ubican en los regueros de los hormigueros que están activos. Si se colocan en portacebos, es importante instalarlos en esos caminos. Lo ideal es depositarlos con una separación determinada entre ellos para que su eficacia sea la mayor posible. Serán las propias hormigas las que se encargarán de trasladar el cebo hasta el hormiguero. Los cebos pueden aplicarse en cualquier época del año, aunque es preferible que se coloquen al atardecer.
Nuestra firma de control de plagas en Valencia aconseja realizar una serie de labores de prevención y mantenimiento para evitar sufrir una invasión por parte de una colonia de hormigas. Conservar las instalaciones adecuadamente saneadas es fundamental. Acciones como eliminar los restos de comida de forma instantánea son primordiales para que las hormigas no se sientan atraídas. Guardar los alimentos dulces o con proteínas en envases estancos también es recomendable.