Higiene alimentaria para controlar la Listeria

En más de una ocasión ha sido necesaria la retirada de productos alimentarios del mercado por la presencia de Listeria monocytogenes, una bacteria que puede desencadenar infecciones alimentarias de gravedad. En nuestra empresa de control de plagas en Valencia sabemos que es importante controlar este agente patógeno, que puede alcanzar una tasa de mortalidad entre un 20 y un 30% superior a otras toxicoinfecciones alimentarias. El control y la retirada de alimentos por seguridad son necesarios para preservar la salubridad humana. Sin embargo, suponen pérdidas cuantiosas para la industria alimentaria y generan inseguridad en el consumidor.

El principal problema de esta bacteria es que puede convertirse en un mal endémico en los entornos de procesamiento de alimentos. Forman persistentes biofilms en las instalaciones, que les protegen de hasta los procesos de higienización más exhaustivos. Esto quiere decir que este patógeno puede desarrollarse incluso en instalaciones con una política de saneamiento precisa y estricta. La mejor manera de evitar su proliferación será impedir la formación de biofilms.

Es necesario prestar atención a esta tarea, pues una vez que se generan los biofilms pueden ser muy difíciles de erradicar y la bacteria estará presente en las instalaciones donde se lleva a cabo el proceso de manipulación de alimentos. Para alcanzar nuestro objetivo, podemos apostar por el uso de recubrimientos antimicrobianos en todas las instalaciones.

Evidentemente, la limpieza y la higiene son cuestiones fundamentales para eliminar los gérmenes y microorganismos. Pero el uso de revestimientos antimicrobianos es un hábito complementario que puede ayudarnos a erradicar los agentes patógenos más persistentes. La evolución de este tipo de revestimientos es larga y compleja, aunque también es cierto que la mayoría se han probado en laboratorios y muchos de ellos no llegan a comercializarse porque presentan una baja viabilidad económica y técnica.

En Ecoambiente Sanidad Ambiental te contamos que existen dos soluciones eficientes para este tipo de recubrimientos:

Polilactida (PLA)

Se trata de un polímero biodegradable que se genera a través de materias primas como el maíz o la caña de azúcar. Tiene una carga negativa débil, lo que dificulta la adhesión de las bacterias a las superficies.

N-halamina

Es otro polímero con propiedades antimicrobianas, que se utiliza frecuentemente en materiales que van a estar en contacto con alimentos. Cuenta con otra gran ventaja, ya que su protección se regenera por activación con hipoclorito.