Ahora que, por fin, ha llegado la primavera y el calor comienza a dejarse notar en las horas centrales del día es el momento de pensar en preparar las piscinas de cara al verano. Ya soñamos con las tardes de calor, sentados en la orilla y con los pies en el agua. Sin embargo, en nuestra empresa de desinfección de legionella en Valencia recibimos muchas consultas sobre la posibilidad de que esta bacteria prolifere en el agua de las piscinas. Lo cierto es que siempre que hay una acumulación de agua es posible que se desarrolle este microorganismo patógeno.
Definitivamente, sí podría aparecer y desarrollarse la legionella en una piscina, aunque el riesgo de contraer la enfermedad es menor de lo que cabe pensar en un primer momento. Esta bacteria necesita unas condiciones mínimas de temperatura para reproducirse, que no suelen darse en las piscinas. Por otra parte, es necesaria la formación de aerosoles para que la legionella llegue a los pulmones de las personas y acabe provocando la enfermedad, pero esta condición tampoco se da en este tipo de recintos acuáticos.
La legislación vigente sobre los tratamientos contra la legionella no considera que las piscinas de natación y chapoteo sean un riesgo para la salubridad humana. El próximo verano podremos disfrutar de estos entornos acuáticos relajados y tranquilos, sin miedo a contraer esta terrible enfermedad. Sin embargo, los spas y los jacuzzis sí suponen un riesgo. Hay que tener en cuenta que la temperatura del agua aquí es templada o caliente. Además, los chorros de agua y aire son un punto vulnerable donde podría proliferar la legionella.
Teniendo en cuenta estos factores, también podemos considerar un entorno de riesgo las duchas de las piscinas. En lo que se refiere al mantenimiento preventivo contra esta bacteria en piscinas, tanto estivales como de apertura anual, será necesario prestar atención a la red de agua caliente y fría en grifos y duchas.
Desde Ecoambiente Sanidad Ambiental queremos destacar que el disfrute de las piscinas el próximo verano no será, en ningún caso, un riesgo para contraer una legionelosis. El único riesgo en este sentido, se encuentra en la red de agua caliente y fría que abastece las duchas, que deberá someterse a tratamiento preventivo para mantener alejada esta temida bacteria.