Los roedores pueden provocar numerosos daños, tanto personales como materiales, cuando sus poblaciones crecen de manera descontrolada. Nuestra empresa, especializada en desratización en Valencia, utiliza diversos métodos para limitar la presencia de estos animales en entornos domésticos e industriales. Y es que las ratas y los ratones suponen una grave amenaza por su capacidad de destrucción y las enfermedades que pueden transmitir a los seres humanos. Entre los signos que hacen sospechar de la concentración de roedores en un lugar se encuentra la aparición de excrementos.
Se trata de desechos alargados y oscuros, acabados en punta en uno de sus extremos. También pueden apreciarse marcas de mordeduras en diferentes materiales y escucharse los característicos ruidos que producen al desplazarse. Un olor similar al amoníaco también puede ser indicativo de la presencia de roedores. En Ecoambiente Sanidad Ambiental aplicamos un tratamiento de desratización muy efectivo para acabar con las ratas (de las variedades negra y gris común de alcantarilla) y otros roedores (ratón doméstico y de campo).
En primer lugar, nuestros técnicos colocan portacebos en puntos estratégicos, es decir, aquellos en los que sea más probable el paso de los roedores, como los accesos y el perímetro de las instalaciones que haya que desinfectar. Para garantizar el adecuado seguimiento del proceso de desratización, antes señalamos en un plano los sitios en los que se instalan los portacebos. En estos recipientes, lo habitual es depositar un cebo de origen químico (rodenticida). En el caso de querer realizar un monitoreo, el cebo no debe llevar componentes de esta naturaleza.
Nuestra empresa trabaja con productos especialmente formulados para controlar las plagas de roedores, basados en atrayentes o repelentes que incorporan feromonas de la misma especie. En este sentido, la combinación de tablas adhesivas con estos compuestos es un procedimiento de probada eficacia.
Como expertos en el control de plagas en Barcelona, recomendamos realizar labores de prevención y mantenimiento para evitar una invasión de roedores. Extremar la limpieza, eliminar los restos de comida, conservar los lugares conflictivos secos y sellar las grietas y agujeros que puedan dar acceso al interior de las instalaciones son unas pautas básicas que deben seguirse.